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sábado, 16 de mayo de 2015

La entrevista periodística: aspectos de redacción y estilo


"En la entrevista el diálogo es lo esencial, lo definitorio", sostiene el profesor Alexis Márquez Rodríguez (1976, p. 180). Ciertamente, en la entrevista periodística tanto en el diálogo sostenido con el entrevistado, como al momento de llevar esa conversación al plano de la escritura o de su edición, si se trata de medios audiovisuales, resulta clave prestar cuidado a la fidelidad que tal intercambio merece, además de las exigencias propiamente expresivas y narrativas a las que obliga el género entrevista. 
La redacción de la entrevista supone el desarrollo de una serie de recursos formales y expresivos que pasan por tener presente que "el diálogo es por definición narrativo, porque es acción transcurrida. Su estructura es necesariamente narrativa. Pero su contenido puede ser narrativo, descriptivo, conceptual o mixto", como destaca Márquez Rodríguez en su libro La comunicación impresa (1976, p. 181).
De estos aspectos referidos a la redacción y al "estilo" en la entrevista nos dedicamos en nuestra clase, cuyas láminas dejo a continuación:

https://es.scribd.com/doc/265126240/La-entrevista-periodistica-algunos-aspectos-de-redaccion-y-estilo

A la hora de redactar  la entrevista, el periodista tiene la opción de incorporar el diálogo explícito en el cuerpo de su trabajo o presentar la entrevista bajo el modo del diálogo implícito, expresado en la incorporación de partes textuales (entrecomilladas) o interpretaciones de lo expresado por el entrevistado. Cuando en el cuerpo de la entrevista se reproduce parte del diálogo, se hace “sobre todo cuando la sucesión de las preguntas y las respuestas tienen por sí mismo un valor informativo y testimonial”, como señala la profesora Olga Dragnic en su libro La entrevista de personalidad (1993, p. 31).

Ejemplos de entrevistas que contemplan la estructura de preguntas y respuestas explícitas y textualmente reproducidas son las que hicieran famosas a la escritora italiana Oriana Fallaci, y su Entrevista con la Historia (1986). En cuanto al uso de diálogos implícitos, se pueden recordar las entrevistas que hiciera el periodista francés Guy Sorman en Los verdaderos pensadores del siglo XX (1992) o algunas de las entrevistas incluidas en el libro de Christopher Silvester en Las grandes entrevistas de la historia (1997).

Cabe tener presente lo señalado por Márquez Rodríguez, quien se refiere a la exigencia formal y hasta ética de mantener una "fidelidad en el diálogo":

"En primer lugar -escribe Márquez Rodríguez- debemos observar que por regla general el diálogo ofrecido al público no recoge íntegramente lo que se conversó en la realidad. De hacerlo, resultarían diálogos casi siempre demasiado extensos, y sin duda cargados de detalles superfluos que no interesan al público, y que de hecho lo aburrirían. La labor del periodista, por lo tanto tiene que ser selectiva. Después de escuchar y recoger todo cuanto se dijo, debe jerarquizar y seleccionar el material que se va a transmitir al público" (p. 187). 
La redacción de la entrevista puede responder a un tratamiento informativo (lead-cuerpo-cola), como a un tratamiento interpretativo (Encabezamiento [Tesis-planteamiento analítico]- Cuerpo-Cola).
La entrevista suele presentarse bajo el esquema tradicional del orden de importancia decreciente (pirámide invertida) de las ideas o aspectos centrales del tema tratado, además de contestar las seis preguntas claves de la fórmula 5WH.
Se sigue así el orden del lead, cuerpo y cola en la presentación de la entrevista informativa o de noticia, aunque no faltan periodistas que experimentan con acierto formas más creativas y flexibles de presentar la información sin que esta pierda interés o deje de informar al lector de algún aspecto relevante. Y bienvenidas sean.
Olga Dragnic atribuye tanto a la entrevista de noticia como a la de opinión la caracteristica de su tratamiento según la normativa objetivista, con una jerarquización similar a la del género noticia: “En primer término la entrevista sigue siendo género susceptible de ser recortado por razones de espacio: la cola para lo menos importante; el encabezamiento o “lead” debe contener siempre lo más importante, o bien la noticia que proporcionó la fuente o bien la opinión más interesante obtenida durante la entrevista. En el cuerpo de la misma se deben desarrollar los aspectos anunciados en el “lead” y otros igualmente significativos. En esta parte de su estructura tiene lugar la innovación estilística: el diálogo” (Dragnic, 1993, p. 30).
Asímismo señala:
[...] “la realización de este género es bastante fácil por cuanto existe una forma ya esquematizada, a partir de la noticia, que indica el procedimiento de jerarquización, de su estructura y redacción. La extrema dependencia de una sola fuente (entrevistado) en el proceso de recopilación de datos hace difícil incluso cualquier tratamiento diferente de su contenido de aquel indicado por la doctrina de la objetividad” (Dragnic, 1993, p. 31).
La interpretación, la posibilidad de análisis en la entrevista está limitada a lo expresado a lo largo del diálogo, pero, como bien apunta Enrique Castejón, el periodista puede “buscar en el contexto los elementos argumentales necesarios” (La verdad condicionada, 1993, p. 104).
La entrevista también puede recurrir a la estructura interpretativa en el desarrollo de su redacción, con la incorporación de un planteamiento analítico en el encabezamiento (lead-tesis) o en el primer párrafo del texto (análisis al comienzo del cuerpo de la información).
          Lead
                    ----------Planteamiento interpretativo: Tesis o planteamiento analítico
          Cuerpo
          -----
          Cola
En cuanto a la titulación, por lo general se tiende a destacar una frase o idea del entrevistado que resuma el aspecto más importante de la información. O, también, se puede resumir el punto central de la entrevista, esto es, dando la noticia en el titular.

Referencias

-        DRAGNIC DE ALVAREZ, Olga. La entrevista de personalidad. Caracas, Fondo Editorial FHE-UCV, 1993. 
-        CASTEJON LARA, Enrique. La verdad condicionada. Caracas, Corprensa, 1992.
-        FALLACI, Oriana. Entrevista con la historia. Barcelona, Noguer, 1986.
- MÁRQUEZ RODRÍGUEZ, Alexis. La comunicación impresa. teoría y práctica del lenguaje periodístico. Caracas, Síntesis Dosmil/Ediciones Centauro, 1976.
-        SILVESTER, Christopher. Las grandes entrevistas de la historia. 1859-1992. España, El País/Aguilar, 1997.
-        SORMAN, Guy. Verdaderos pensadores de nuestro tiempo. Colombia, Seix Barral, 1992.

Seguimos con la entrevista...

El género del diálogo en el periodismo, la entrevista en sus distintas variantes, ocupará el espacio de las próximas entradas de este blog, puesto que la materia de la que nos ocuparemos en nuestras clases de los próximos meses.
A continuación comparto el enlace al cronograma de la asignatura Periodismo II que impartimos en el presente periodo lectivo (2015-I) en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Incluimos el plan de trabajo, evaluaciones y referencias bibliográficas de la materia:

https://es.scribd.com/doc/265534945/Cronograma-Periodismo-II-2015-I

viernes, 15 de mayo de 2015

Alexis Márquez Rodríguez: una cátedra abierta de amor al idioma

Me voy a permitir un recuerdo personal: cuando a comienzos de la década de los años ochenta comencé a estudiar Periodismo en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, uno de los primeros libros que compré y leí fue La comunicación impresa. Teoría y práctica del lenguaje periodístico (Síntesis Dosmil/Ediciones Centauro, Caracas, 1976), del profesor Alexis Márquez Rodríguez. Ese libro, que todavía conservo deshojado por tanto uso, fue para mí una cátedra abierta, una primera aproximación en lo escrito de lo que mis maestros del oficio reiteradamente señalaban como lo básico de la escritura periodística: una ética y una estética del bien decir.
Ahora, después de más de tres décadas vuelvo sobre sus páginas en ocasión de la noticia del fallecimiento, el pasado 10 de mayo, del profesor Márquez Rodríguez. Docente, abogado, Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua, Alexis Márquez Rodríguez ejerció un peculiar magisterio: la enseñanza del idioma en periódicos como El Nacional, diario en el que por décadas mantuvo columnas como “Cuenta de libros” y “Con la lengua”.
Docente de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, de la cual fue director por un breve período y donde fundó en 1969 la Cátedra de Castellano, Alexis Márquez Rodríguez formó a generaciones de periodistas y comunicadores, además de ejercer la crítica y la investigación literarias, ámbitos en los que dejó una prolífica obra dedicada a escritores como el cubano Alejo Carpentier, al que le dedicó varios trabajos publicados en revistas y libros.
Pero quizás uno de los libros que mayor difusión y alcance tuvo en la obra del profesor Márquez Rodríguez fue precisamente La comunicación impresa. Teoría y práctica del lenguaje periodístico, no sólo por ser todavía lectura obligada en los cursos de redacción periodística en las distintas escuelas de Comunicación Social del país, sino también porque en sus páginas cualquier persona interesada en el tema de la escritura periodística podrá encontrar claves para la comprensión de los mecanismos propios del lenguaje narrativo, base del periodismo.
Alexis Márquez Rodríguez (1931-2015)

En La comunicación impresa, Márquez Rodríguez aborda las distintas técnicas redaccionales del periodismo y de los géneros periodísticos, además de detenerse de manera clara y didáctica, en los pilares que soportan todo texto: la descripción, la narración, el diálogo y la exposición conceptual, recursos expresivos necesarios para la construcción de textos tanto en el periodismo como en la literatura.
Revisar las páginas de este libro permite constatar la vigencia y actualidad de algunos de los preceptos e ideas expuestas por Alexis Márquez Rodríguez hace varias décadas. En su recuerdo y homenaje compartimos algunos pasajes de su libro:

Sobre los requisitos del lenguaje periodístico:

A)   La corrección:
“El lenguaje periodístico tiene que ser, más que cualquiera otros, correcto. Pero entendemos esa corrección en sentido dinámico, muy lejos del criterio, estéril y esterilizante, de los académicos y demás puristas. De ninguna manera la exigencia de un determinado nivel de corrección puede erigirse en valla para el desarrollo y progreso de la lengua”.
(P. 45)
B)    La claridad:
“No perdamos de vista el carácter promedio de la clientela del periodismo contemporáneo. Por una parte se trata, como se ha visto, de grandes masas de un nivel cultural predominante de medio a muy bajo.  La información y la opinión que sirve el periódico –impreso, radial o televisivo- no puede, en consecuencia, ser servida en un lenguaje que exija un gran esfuerzo ni recursos culturales más o menos complejos para su cabal aprehensión” (P. 46).

“Un lenguaje será, en efecto, tanto o más claro, cuanto más correcto sea”.

C) La elegancia:
“Si se persigue, entre otros, el propósito de contribuir a la formación y educación del buen gusto lingüístico, lo mismo que de ayudar al hombre a distraerse y recrearse, es obvio que el lenguaje que se le transmita debe ser elegante, ameno, grato. Elegancia, que, por lo demás, no se riñe con la sencillez” (p. 46).

Sobre la veracidad, la imaginación y la expresión periodística:

[…] consustancial con la función eminentemente social del periodismo, es la veracidad de todo cuanto se comunique al público, sea que se trate de periodismo informativo o periodismo de opinión. El periodista, en efecto, extrae su material de la realidad real. No de la fantasía ni de la imaginación. Lo cual no significa que el periodista debe prescindir en su trabajo de la imaginación. Conviene advertirlo, porque hay quienes entienden que veracidad e imaginación son términos antinómicos. Nada más falso. La imaginación es esencial en toda actividad humana, y la cultura de todos los pueblos debe a ella una buena parte de su existencia” (p. 79).
“El trabajo periodístico, que es un trabajo creador por excelencia, tiene un auxiliar de primer orden en la imaginación, entendida como capacidad para el aprovechamiento, mediante su reordenación,  de datos provenientes de la realidad y de la experiencia. La cual difiere sustancialmente de la fantasía, que sí resulta generalmente riesgosa para el periodista en su labor cotidiana” (p. 79).

[…] “el periodista que ame su oficio está en la obligación de buscar, de experimentar, de ensayar nuevas formas y procedimientos que enriquezcan el estilo y el lenguaje periodísticos” (p. 183).

Sobre “el lenguaje periodístico como problema ético”:

[…] “el manejo del lenguaje por el periodista y demás profesionales de la comunicación no escapa a los lineamientos de la ética profesional. Esto es necesario decirlo reiteradamente, porque con demasiada frecuencia, al señalar los daños que se causa a la población a través de los medios de comunicación masiva, se pretende achacar todo o la mayor parte de la responsabilidad a los medios en abstracto (prensa, radio, televisión, cine), soslayando de ese modo al sujeto real de esa responsabilidad, que es el hombre que utiliza, maneja y controla esos medios […] ‘La denuncia’ del medio, con prescindencia del hombre que está detrás de él, conduce a una fetichización del medio mismo, y el fenómeno, de ese modo, resulta sustancialmente deformado” (p. 295).

“El periodista no debe traicionar la confianza puesta en él por el lector, como el médico y el abogado no deben traicionar la confianza de sus clientes. Cuando tal hecho ocurre, cuando el periodista traiciona –por ignorancia o por mala fe- la confianza del lector, sin duda le causa males tanto o más graves, y a veces tan irreversibles, como los que causan médicos y abogados indignos de confianza. Sólo que éstos suelen ser más de bulto, más notorios, que aquéllos. Pero aquéllos, subrepticios, además de su gravedad intrínseca, son de carácter colectivo, social. Lo cual, en última instancia, los hace más desastrosos” (p. 296-296).

Alexis Márquez Rodríguez (1976): La comunicación impresa. Teoría y práctica del lenguaje periodístico. Caracas: Síntesis Dosmil/Ediciones Centauro.

Enlaces de interés:

- Síntesis biográfica y obras de Alexis Márquez Rodríguez. Academia Venezolana de la Lengua:


lunes, 11 de mayo de 2015

El periodismo y el reto del emprendimiento


Una idea bastante anclada en el imaginario periodístico y de la Comunicación Social se asocia con la noción del egresado de nuestras escuelas como un profesional formado para insertarse como empleado en el mercado laboral de los distintos medios y las industrias mediáticas que funcionan en nuestro país. Pocas veces los periodistas nos vemos a nosotros mismos como emprendedores, como profesionales en capacidad y con recursos para adelantar iniciativas propias e independientes. 
No obstante, ya a finales del siglo pasado el profesor Jesús María Aguirre en su libro La estructuración de la identidad profesional del comunicador social en Venezuela (UCAB, 1998), detectaba entre los distintos perfiles profesionales vinculados con la comunicación social, al de los emprendedores “que luchan por trabajar por propia cuenta con la superación desde la base” (p. 291).
En los últimos tiempos, especialmente con los cambios producidos por la expansión tecnocomunicativa que trajo consigo Internet, e incluso debido a las transformaciones generadas por el cierre de medios tradicionales y la reducción del campo laboral, se viene produciendo un cambio lento pero seguro en esta percepción y cada día surgen nuevas iniciativas, nuevos medios promovidos por periodistas y comunicadores sociales.
Indagar sobre las potencialidades y riesgos de estos nuevos escenarios profesionales será el tema de la charla "Periodismo emprendedor" que tendremos este martes 12 de mayo, a partir de las 11 am. en la Biblioteca Gustavo Leal de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (ECS-UCV).
Organizada por la Asociación Civil Medianálisis conjuntamente con el Departamento de Periodismo de la ECS-UCV, en la charla participarán el profesor Andrés Cañizález, director de Medianálisis; el sociólogo Félix Ríos, de la Asociación Opción Venezuela y el periodista Rodolfo Rico, cofundador del portal El Cambur, quienes conversarán sobre las posibilidades de emprendimiento en el actual entorno mediático.