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martes, 24 de enero de 2017

A diez años de su muerte: Kapuscinski, una revisita




"El escritor y periodista polaco Ryszard Kapuscinski ha fallecido hoy en Varsovia. Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2003, era uno de los grandes maestros del periodismo moderno y el autor polaco más traducido y publicado en el extranjero. El escritor, que sufría de una grave enfermedad, fue sometido a una complicada operación el pasado sábado" (1).

De esta manera, diarios como El País de España y diversos medios internacionales se hacían eco de la noticia del fallecimiento en Varsovia, el 23 de enero de 2007 a los 75 años de edad, de una de las más reconocidas figuras del periodismo de los últimos años, el veterano periodista y escritor polaco, autor de una celebrada obra a caballo entre el periodismo y la literatura. 

Nacido el 4 de marzo de 1932 en la ciudad polaca de Pinsk (actual Bielorrusia) y con estudios de Historia en la Universidad de Varsovia, Ryszard Kapuscinski vivió y dio cuenta de la cotidianidad, los conflictos y las guerras en buena parte de lo que se ha dado en llamar el Tercer Mundo. Desde 1958 y hasta 1981 se desempeñó como corresponsal de la Agencia Polaca de Prensa (PAP), entidad estatal de su país por entonces bajo el régimen comunista, y cuyo trabajo le permitió ser testigo de excepción de una veintena de revoluciones, transformaciones políticas y guerras en doce países de África, Asia y América Latina. En Latinoamérica permaneció por cinco años, a finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo XX.

Interesado en la gente del común, más allá del poder, Kapuscinski ofreció el testimonio de las convulsiones políticas y bélicas y la forma cómo impactaban a la población. De esas vivencias surgieron no sólo sus reportes como corresponsal, sino también el condensado de memorias que utilizó para construir libros como El Sha o la desmesura del poder, sobre el reinado del último Sha de Irán y su caída con el triunfo de la revolución islámica; El Emperador, centrado en la figura de autocrático y desmesurado gobierno de Haile Salassie en Etiopía; Ébano, en la que recrea la diversidad histórica y cultural de un continente como África o La Guerra del fútbol, un olvidado episodio sobre la pasión futbolística que enfrentó bélicamente a dos naciones centroamericanas, entre muchos otros títulos. 

Él, que escribió a mano más de una veintena de libros, encontró en el aliento literario de la crónica y del reportaje, una vía para escapar de las limitaciones formales que le imponía la inmediatez informativa de los despachos de la agencia noticiosa: “para reflejar todo lo que yo sentía, vivía y experimentaba tuve que buscar otros medios de expresión, así fue como comencé a elaborar mis reportajes. La profunda insatisfacción ante lo que había hecho en la urgencia del trabajo de corresponsal me lanzó a buscar un método mejor para narrar, un modo de superar la expresividad del lenguaje de la agencia de noticia”, rememora Kapuscinski en uno de sus libros (2).

Calificado como “el mejor periodista del siglo XX”, el escritor polaco participó como maestro de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), creada por el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez, en cuyos talleres compartió experiencias y visiones del oficio con periodistas latinoamericanos. Recibió numerosos premios y distinciones como el Premio J. Parandowski del Pen Club; el Premio Goethe; el Prix de l'Astrolabe en Francia y el Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades en España, además de los Doctorados Honoris Causa que le entregaron en universidades de Polonia y España.

La muerte de Kapuscisnki, en Varsovia, hace ya diez años, abrió un compás para releer su obra y sopesar sus aportes con relación a las exigencias expresivas y éticas del periodismo. 

No obstante, tampoco se hizo esperar la polémica cuando, a pocos años de su fallecimiento, apareció Kapuscinski non-fiction, la biografía del también periodista polaco Artur Domoslawski, quien mostraba cómo Kapuscinski ofreció algunas versiones sobre su vida alejadas de la realidad, al igual que imprecisiones puntuales en su trabajo periodístico. 

Domoslawski, periodista de la Gazeta Wyborcza, una publicación polaca en la que Kapuscinski colaboró en sus últimos años, puso en evidencia imprecisiones y falsedades presentes tanto en el método de trabajo periodístico del autor de Ébano, como en datos vinculados con su origen familiar, así como por su vinculación y colaboración con el régimen comunista de su país. 

El propio biógrafo, quien trató a Kapuscinski durante casi una década, en una entrevista que le hizo el periodista Julio Villanueva Chang (3), se encargó de ubicar los alcances de estos vínculos de Kapuscinski con el Partido Comunista polaco y al que el escritor perteneció por décadas: “Para entender el caso de Kapuscinski es justo contextualizar cómo eran durante la guerra fría las relaciones entre el poder y los intelectuales. Fue una época en que los servicios de inteligencia usaban a los periodistas, escritores, científicos y artistas para obtener información. Por su amistad con gente del Partido Comunista pudo haberse negado a colaborar. ¿Por qué no lo hizo? Porque veía a la Polonia comunista como su patria. Era un creyente en el socialismo. ¿Cometió un pecado? Sí. En esa época no lo entendió. Sólo pudo entenderlo años después”.

A la biografía de Domoslawski se sumó la de dos investigadores polacos, Beata Nowacka y Zygmnt Ziatek, quienes publicaron Kapuscinski. Una biografía literaria, que a su vez cuestionaba los métodos de aquel biógrafo (4) y lo acusaban de manipulación de citas y episodios en la vida del maestro polaco. Ambas biografías, sostiene por su parte el periodista mexicano Víctor Núñez Jaime, “aportan una deconstrucción imprescindible para comprender mejor a uno de los grandes exponentes del periodismo contemporáneo, contribuyen al debate para establecer las fronteras entre ficción y realidad y subrayan una serie particularidades de una forma de mirar para comunicar los grandes acontecimientos” (5).

De las imprecisiones o datos falsos que pudieran reclamársele al célebre periodista polaco, cabría tener presente la inclinación que tenía por el tratamiento literario de su trabajo. Ahora, ¿un maestro del periodismo pudo permitirse licencias en este ejercicio de escritura? No en vano, a Kapuscinski se le acusa de la misma ligereza en el manejo de datos, del mismo modo que otros le han señalado incluso a Truman Capote con su A sangre fría o al propio Gabriel García Márquez con su crónica “Caracas sin agua”.

A propósito de la polémica, de la revisión de la obra de Kapuscinski y la mirada no tan complaciente que se deriva de la manera como el periodista polaco construyó un personaje de sí mismo, Juan Villoro se inclinaba por una opinión acaso más desencantada pero no menos realista del maestro polaco, al decir que su obra “no desmerece ante inexactitudes fácticas circunstanciales”. El cronista mexicano daba por cerrado el asunto en estos términos: “Cuando afirmó que el periodismo no es oficio para cínicos, brindó una clave tardía para su personaje. Sería exagerado decir que el notario de lo real usaba tinta invisible. Ryszard Kapuscinski aceptó que la época mintiera acerca de él y escribió con maestría verdades inverificables que concede la memoria” (6).

A continuación compartimos algunos fragmentos de ideas y reflexiones de Ryszard Kapuscinski sobre el periodismo, la creación y los retos del presente. Quede esta breve selección como reconocimiento a una obra que trascendió las urgencias y los moldes del periodismo, para proponer una vuelta a lo más vigente y necesario del oficio: contar historias.


Notas:
(1) Agencia EFE (2007). “El mundo del periodismo y de la cultura llora la muerte de Ryszard Kapuscinski”. En: El País, España, 23 de enero de 2007. Disponible en:
(2) Kapuscinski, Ryszard (2003). Los cinco sentidos del periodista. México: Fondo de Cultura Económica-Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, Fundación Proa.
(3) Villanueva Chang, Julio (2010): ¿Nos dijo Kapuscinski toda la verdad?”. En: El País, España, miércoles 3-3-10. Disponible en:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Nos/dijo/Kapuscinski/toda/verdad/elpepicul/20100303elpepicul_1/Tes
(4) Agencia EFE (2010). “’Kapuscinski, una biografía literaria’ de un escritor arrogante, pero no mentiroso”. En: RTVE, 9-11-2010. Disponible en:
(5)  Núñez Jaime, Víctor (2011).  “Tú también mientes, ¿verdad Ryszard?”,  En: Milenio.com, 1-8-2011. Disponible en: http://impreso.milenio.com/node/8892171
(6) Villoro, Juan (2010). “Kapuscinski y los límites del Periodismo”. En Sala de Prensa, Nº 126, Año XI, Vol. 6, abril 2010. Disponible en: http://www.saladeprensa.org/art983.htm

Palabra de Kapuscinski

Periodismo y humanidad:
 “En mi vida, me he encontrado con centenares de grandes, maravillosos periodistas, de distintos países y en épocas distintas. Ninguno de ellos era un cínico. Al contrario, eran personas que valoraban mucho lo que estaban haciendo, muy serias; en general, personas muy humanas”.
“Como sabéis, cada año más de cien periodistas son asesinados y varios centenares más son encarcelados o torturados. En distintas partes del mundo se trata de una profesión muy peligrosa. Quien decide hacer este trabajo y está dispuesto a dejarse la piel en ello, con riesgo y sufrimiento, no puede ser un cínico”.
 En: Los cínicos no sirven para este oficio (Anagrama, Barcelona, 2002), p. 53.

Periodismo, “una ocupación más”:
“La primera gran consecuencia de la revolución electrónica ha sido el cambio del periodista. Antes el periodismo era una misión, una profesión a la que la persona se entregaba plenamente. Hoy se han multiplicado las escuelas que gradúan año tras año a miles de nuevos ejecutores de esa profesión; pero hay una gran diferencia, los nuevos periodistas no se identifican con ella ni piensan dedicarle su vida. La tratan como una ocupación más que en cualquier momento pueden abandonar”.
En: “El mundo a través de los medios”. Revista Etcétera, México, junio 2016.


Sobre censura, autocensura y libertad:
 “Libertad quiere decir:
Derecho de elección.
Posibilidad de alcanzar los objetivos. Importante:
 Ser libre de los demonios
Ser libre de la impotencia
Ser libre de la miseria"
(…)
"Existe una libertad interior y la exterior (Spinoza, Sartre, Ingarden).
Existe una libertad de algo y otra para algo.
La censura; evolución de una censura tosca, burocrática, policial, hacia una censura refinada (manipulación, publicidad, mercado). Por ejemplo, la del mercado: el ‘para qué voy a escribir si nadie me va a publicar’ ha sustituido al antiguo ‘para qué voy a escribir si de todos modos la censura no lo permitirá’.
La autocensura: la mayor pesadilla del creador.
La mera libertad no basta, tienen que cumplirse otras condiciones, sobre todo, la capacidad, la tenacidad en el trabajo, el talento.
La Biblia, en lugar de la noción de libertad, usa el verbo liberar, pues se trata de un proceso y no de un estado”.
De Lapidarium IV (Anagrama, 2003).P. 101.


El mundo de hoy y algunos de sus peligros:
“En la tradición de Occidente, democracia era sinónimo de liberalismo. Hoy, sin embargo, de unas elecciones generales, democráticas y sin fraude, puede salir un gobierno autoritario o un líder dictador” (p. 52).
“El mundo de después de la guerra fría es un mundo de amenazas dispersas. El lugar del temor a la bomba atómica lo ha ocupado el temor a la persona que se aproxima en medio de una calle oscura” (p. 59).
“La situación del Tercer Mundo, desde un punto de vista psicológico, se ha estabilizado. Todo el mundo parece resignado, nadie protesta ni lucha, y, en realidad, nada espera. No se ven signos de rebelión alguna, ni siquiera de desesperación: la gente se limita a intentar sobrevivir”. P. 59
De Lapidarium IV (Anagrama, 2003)

El poder de las palabras:
“Estoy seguro que escribir puede provocar cambios. Lo digo con base en la experiencia de mis numerosos colegas que han puesto en peligro su vida y que, incluso, la han entregado. La entregaron para que su labor no sólo informara sobre lo que ocurre en el mundo, sino para desenmascarar el mal, sanar una situación o hacer al mundo más humano.
Daré un ejemplo. Desde 1959 Ruanda fue un país de masacres entre tribus y castas que se repetían en forma sistemática. El mundo lo ignoraba. Durante decenios ese país no dejó entrar a periodistas. Yo mismo, viviendo en la vecina Tanzania, traté en varias ocasiones, sin resultado alguno, de cruzar la frontera. Fue hasta que se escribió sobre las masacres de 1994 que la opinión mundial despertó. Y a partir de ese año Ruanda, por primera vez en su historia, dejó de ser lugar de sangrientos y masivos ajustes de cuentas internas.
Fue precisamente la escritura desenmascaradora y acusadora, y a menudo simplemente informativa, la que tuvo una importante papel en el conocimiento de los Gulags y de los campos de concentración, así como en el derrumbe de muchos regímenes criminales, de dictaduras del tipo de Pol Pot, Mobutu, Amin o Duvalier. Ello fue posible porque la palabra escrita pudo siempre cambiar muchas cosas. Ella ha provocado durante siglos el temor de todo poder autoritario que la ha combatido mediante diversos métodos. De ahí la colocación de libros en los índices eclesiásticos, de ahí la quema libros en las piras, de ahí obligar a los escritores al exilio, de condenarlos a muerte.
En el fondo no podemos imaginarnos un libro de texto de la historia universal que no tuviera un capítulo de cómo la palabra escrita en forma de volantes, escritos secretos, prensa clandestina y editoriales irregulares influyeron en el resultado de luchas sociales y políticas”.
En: “La Fuerza de la palabra escrita”, publicado en Sala de Prensa Nº 98, febrero 2007.

La “materia más delicada”, la gente:
(…)”conviene tener presente que trabajamos con la materia más delicada de este mundo: la gente. Con nuestras palabras, con lo que escribimos sobre ellos, podemos destruirles la vida. Nuestra profesión nos lleva por un día, o acaso por cinco horas, a un lugar que después de trabajar dejamos. Seguramente nosotros nunca regresaremos allí, pero la gente que nos ayudó se quedará, y sus vecinos leerán lo que hemos escrito sobre ellos. Si lo que escribimos pone en peligro a esas personas, tal vez ya no puedan vivir más en su lugar, y quién sabe si habrá otro sitio adonde puedan ir.”
“Por eso escribir periodismo es una actividad sumamente delicada. Hay que medir las palabras que usamos, porque cada una puede ser interpretada de manera viciosa por los enemigos de esa gente. Desde este punto de vista nuestro criterio ético debe basarse en el respeto a la integridad y la imagen del otro.  Porque, insisto, nosotros nos vamos y nunca más regresamos, pero lo que escribimos sobre esas personas se queda con ellas por el resto de su vida. Nuestras palabras pueden destruirlos. Y en general se trata de gente que carece de recursos para defenderse, que no puede hacer nada”.
En: Los cinco sentidos del periodista (FCE-FNPI, Proa, México, 2003) P. 17.

Convivir con los Otros:
“A lo mejor nos dirigimos hacia un mundo tan nuevo y distinto que las experiencias acumuladas a lo largo de la historia nos resulten insuficientes para comprenderlo y movernos por él sin perder rumbo. En cualquier caso, el mundo en el que entramos se puede calificar de Planeta de la Gran Oportunidad, pero no una oportunidad sin condiciones. Se abrirá sólo a aquellos que ante sus nuevos deberes muestren una actitud seria y responsable, con lo cual también demostrarán que se toman en serio a sí mismos. Es un mundo que tiene mucho que ofrecer pero que, también, plantea muchas exigencias. Moverse por él buscando atajos puede acabar resultando un viaje a ninguna parte.
En este mundo de nuevo cuño, a cada momento nos toparemos con un nuevo Otro, que poco a poco irá emergiendo del caos y la confusión de nuestra contemporaneidad. Es posible que ese Otro nazca de la confluencia de las dos corrientes contrapuestas que influyen decisivamente en la formación de la cultura del mundo contemporáneo: la corriente globalizadora, que uniformiza nuestra realidad, y su contraria, la que preserva nuestros hechos diferenciales, nuestra originalidad e "irrepetibilidad". Es posible que ese Otro sea su fruto y heredero. Debemos intentar comprenderlo, y buscar diálogo con él. Mi experiencia de convivir con Otros, muy remotos, durante largos años me ha enseñado que la buena disposición hacia otro ser humano es esa única base que puede hacer vibrar en él la cuerda de la humanidad”.
Discurso durante acto de investidura de doctor Honoris Causa de la Universitat Ramon Llull  (Barcelona, 17 de junio de 2005).

De sus poemas:
ESE DE LA FOTOGRAFÍA
Ese de la fotografía
ese chiquillo de dieciséis años
ése no soy yo
Ese que camina con dificultad por
la calle
ése no soy yo
Y sin embargo
ese de la fotografía
y ese de la calle
ése soy yo
Y este que ahora duda de ello
éste precisamente ése no soy yo.
Ryszard Kapuscinski. Poesía completa. Edición bilingüe. Traducción de Abel A. Murcia Soriano. Bartleby. Madrid, 2008.




Algunos libros de Kapuscinski editados en español:

-        Poesía completa. Edición bilingüe. Traducción de Abel A. Murcia Soriano. Bartleby. Madrid, 2008.
-        Los Cinco Sentidos del Periodista. Fondo de Cultura Económica-Fundación para un Nuevo periodismo Iberoamericano-Fundación Proa, México, 2003.
-        Lapidarium IV. Editorial Anagrama, Barcelona, 2003.
-        Los Cínicos no sirven para este Oficio. Editorial Anagrama, Barcelona, 2002.
-        Ebano. Editorial Anagrama, Barcelona, 2000.
-        El Imperio. Editorial Anagrama, Barcelona,1994.
-        La Guerra del Fútbol y otros reportajes, Editorial Anagrama, Barcelona (1992) 2006.
-        El Sha o la desmesura del poder. Editorial Anagrama, Barcelona, 1987.
-        El Emperador. Editorial Anagrama, Barcelona, (1978) 2007.

Sobre otros títulos, puede consultarse la página de la Editorial Anagrama que ha publicado la mayor parte de los libros de este autor traducidos al español: 

Textos de Kapuscinski disponibles en Internet:
-                  “El mundo a través de los medios”. En: Revista etcétera, México, 29 de junio de 2016. Disponible en:
-“La Fuerza de la palabra escrita”. En: Sala de Prensa, N° 98, Año VIII, Vol. 3, febrero 2007. Disponible en:
- “Con Heródoto en la guerra”. En: Sala de Prensa, Nº 55, Año V, Vol. 2, mayo 2003. Disponible en: http://www.saladeprensa.org/art454.htm
- “¿Reflejan los media la realidad del mundo? Nuevas censuras, sutiles manipulaciones”. En: Revista etcétera, México, noviembre 2002. Disponible en:
- “Ryszard  Kapuscinski: reportero del Tercer Mundo”.  En: Sala de Prensa, Nº 37, Año III, Vol. 2, noviembre 2001. Disponible en:


Sitios y portales en Internet con trabajos dedicados a Ryszard  Kapuscinski:

-                  Monográfico del Portal de la Comunicación de la UAB de España dedicado a rendir homenaje a Kapuscinski:
 - Sala de Prensa: http://www.saladeprensa.org

- Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNPI: fnpi.org