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domingo, 29 de septiembre de 2013

La reseña

 
"The animated gif" , de Paolo Čerić
Entre los linderos etimológicos de la palabra reseña, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAE), destaca dos que tienen mucho que ver con ese tipo de mensaje periodístico que se conoce como reseña periodística: “narración sucinta” y “noticia y examen de una obra literaria o científica”. Incluso una enciclopedia, como Larousse (1981), hace referencia a: “Artículo o escrito breve en un periódico en que se describe una cosa o se da noticia sobre ella”.
Una definición aplicada al periodismo nos la da la profesora Olga Dragnic (1993), docente jubilada de la Escuela de Comunicación Social de la UCV (ECS-UCV), al indicar que es un “género informativo que tiene por fin proporcionar al lector o al receptor la versión sobre el desarrollo de un acontecimiento importante. La reseña se utiliza en casi todas las especializaciones periodísticas” (p. 256).
En el siguiente enlace sintetizamos aspectos relacionados  la reseña: tipos, redacción.

 El norte de la reseña: informar

La reseña es un género periodístico informativo que por su característica de difundir o dar noticia de un acontecimiento público, de una manera ágil que involucra además una valoración de su importancia, ha sido de difícil calificación y tiende a ser confundida con otras formas como la crónica e incluso la crítica.
Por su carácter informativo, de recuento y relato de un hecho, acontecimiento, se le ha confundido con la noticia. Por su requisito de valoración de lo reseñado, se le ha etiquetado como crónica. Por su utilización de recursos descriptivos y narrativos, así como de exposición argumental, se le ha visto cercana al reportaje.
No en balde, Earle Herrera (1986), quien fue profesor de Periodismo en la ECS-UCV, al referirse a ese género del periodismo de opinión que es la crónica, la diferenció de la reseña y caracterizó a esta última de la siguiente manera:
 “Este (la reseña) es un género periodístico mediante el cual se difunden acontecimientos de actualidad -un encuentro deportivo, una sesión del parlamento, un mitin, un espectáculo cultural o la aparición de un nuevo libro, etc.- atendiendo, en primer lugar, a las necesidades informativas del público. No se conforma, como la noticia, con la versión escueta del “hecho bruto”. Describe a los protagonistas, ambienta el escenario, destaca los aspectos más importantes o detalles de interés y, a despecho de la “objetividad”, no puede prescindir .a menos que el periodista se convierta en eunuco mental- de ciertos elementos valorativos al reseñar un libro o una pieza teatral, por ejemplo. Pero su función es eminentemente informativa” (Herrera, 1986. p. 61).



Un deslinde: reseña y otros géneros (noticia, crónica)

En la confusión de términos que atribuyen a la crónica lo que es de la reseña y de la reseña lo que es la crónica, es conveniente guiarnos por el sentido profundamente noticioso, periodístico, antes que opinativo, de la reseña. De hecho, el también profesor de la ECS-UCV, Enrique Castejón, en su libro Técnicas de la Información (1989) recuerda que: “En muchos manuales este género es confundido con la crónica que dentro de los parámetros del periodismo venezolano moderno es considerada como un género de opinión”.
El peso de la opinión distingue la crónica, como sostiene Martín Vivaldi (1973) cuando resalta que “las características verdadera de la crónica es la valoración del hecho al tiempo que se va narrando […] La crónica, género ambivalente, vale en tanto que relato de hechos noticiosos y en cuanto al juicio del cronista”.
La profesora de la ECS-UCV, Mariela Torrealba, aporta una distinción desde el contexto de la finalidad social y la relación autor-lector que cumple un género periodístico como la reseña y su diferencia con la crónica:
“En la reseña, el público de los medios busca información sobre los eventos, discursos, espectáculos, entendiendo estos como espacios de encuentro que a un tiempo son sociales y públicos. No queremos decir con esto que la mirada del periodista es impersonal, objetiva, situada más allá de bien y del mal, sino que en ella se impone el deber de informar, atendiendo a las necesidades de representación de la realidad del público ausente. El papel de quien escribe una crónica y quien escribe una reseña son diferentes, el cronista atiende a necesidades expresivas, el periodista atiende a sus deberes informativos. El lector de crónicas busca en ella talento expresivo y creador, busca conocer el contar y el cantar de su tiempo. El lector de reseñas busca información, interpretación, explicación y profundidad, busca conocer los eventos y ritos sociales que ocurren y que lo identifiquen con su tiempo” (Torrealba, 2005, p. 23)


Olga Dragnic coloca a la reseña en el mismo nivel de complejidad y exigencia que la entrevista de opinión y el reportaje. Sobre estos géneros informativos indica que tienen “la particularidad de acercarse a los géneros literarios, especialmente el cuento y su texto no admite mutilaciones sin que corra el riesgo de presentar incongruencias lógicas y pobreza redaccional” (p. 106).
Pero en el terreno de un género como la noticia surgen igualmente dificultades para establecer los linderos claros con la reseña. Para encontrar un camino más despejado en este sentido, cabe destacar lo apuntado por Mariela Torrealba cuando distingue ambos géneros en cuanto a su ámbito y propósito: “La reseña se ocupa preferentemente de eventos públicos generalmente anunciados, dotados de actualidad. La actualidad en la noticia es más urgente y en la reseña es más laxa, aunque también es actual y en muchos casos depende de la importancia del evento y su duración en el tiempo” (p. 25).
Por otra parte, cabe tener presente que incluso la profesora Dragnic (1993) ha sugerido la idea de que las ruedas de prensa sean objeto de un abordaje periodístico a través del género de la reseña, antes que de considerarlas exclusivamente como una modalidad de la entrevista periodística. La autora asoma la idea de que quizás la consideración de la rueda de prensa más como entrevista que como reseña se debe a que en ésta última “no admite en su estructura la utilización del diálogo explicito, o como si la reseña estuviera exclusivamente destinada a la descripción de un espectáculo o a la narración de un discurso o de una conferencia […] Una rueda de prensa, con el diálogo incluido puede ser presentada a los lectores con todas las incidencias, descripciones y actitudes y hasta las manipulaciones mediante una reseña estructurada creativamente, mientras que la entrevista no admitirá todas las valoraciones a que pueda dar lugar un evento de este tipo” (Dragnic, 1993, p. 31).
Esta falta de acuerdo en relación con los linderos de uno u otro género, demuestran una vez más que los géneros no son fronteras claramente demarcadas, que los géneros transmigran, se mueven de acuerdo al uso, desarrollo y enfoques que se deriven de su aplicación a determinados hechos de la vida. De allí que sean, convenciones, marcos generales, pero en modo alguno parámetros fijos e invariables.

Tipos y estructura de la reseña

Esta misma movilidad se aplica a la hora de revisar los tipos de reseña. Inicialmente se les distinguía en atención a la fuente o la especialidad informativa que daba cuenta de los eventos: culturales, deportivos, políticos, científicos, etc. (Castejón, 1989); pero también de acuerdo al elemento noticioso más destacable de la acción o evento central: el qué sucede o el cómo sucede (Dragnic, 1994) y más recientemente se le ha clasificado en atención al tipo de evento público objeto del relato periodístico: sea oral, visual, de un proceso que supone participación y movilización espacio-temporal tanto del público como del periodista o aluda a contenidos de documentos (Torrealba, 2005).


En la presentación y desarrollo de la reseña el periodista está obligado al manejo de recursos expresivos que le permitan transmitir vívidamente los hechos, eventos y manifestaciones de carácter público objeto del relato periodístico. La narración y la descripción están al servicio de la función informativa y orientarán incluso la organización del texto en su estructura y jerarquización. La reseña tiene como requisito una unidad, un sentido orgánico en su estructura, así como un desarrollo articulado y coherente, en el cual el comienzo y el final  se correspondan en su secuencia lógica de ideas y en la forma. Para una detallada explicación de los fines, estructura de la reseña véase el libro de Torrealba, La reseña como género periodístico (2005).

Información y opinión en la reseña


Reseñar supone presentar al público el hecho y su relato, de manera vívida y veraz, como si éste estuviese allí. En la reseña, más que opinión, lo que se expresa es una valoración, no exenta de subjetividad, por parte del periodista. Pero dicha valoración debe estar confrontada y argumentada con los sucesos relatados o ideas comentadas. Decir que un concierto fue aburrido, sería una opinión. Al contrario, el periodista deberá incluir algunos juicios del público e incorporados en el texto, reseñar la cantidad gente se salió del teatro antes de que terminara la función o afirmar su juicio con la  opinión de algún crítico presente.
Ya lo advierte Castejón: “En nuestro país muchos creen que reseñar es enjuiciar. Al contrario, la actitud del periodista difiere de la del crítico, su misión será comunicar con un alto margen de veracidad lo ocurrido”. El autor va más allá a enfatizar que en la reseña el periodista no se aparta de los lineamientos del periodismo informativo, como tampoco de los atributos y factores de la noticia, los cuales se mantienen vigentes como exigencias para la reseña. No obstante, esto no es impedimento para que el periodista aporte una interpretación de lo reseñado, dado que “la veracidad informativa que es indispensable en la labor periodística no supone que el periodista esté impedido de transmitir al público su propia interpretación de los hechos” (Castejón, 1989, p. 80).
Y, por último, tengamos presente que, como puntualiza Mariela Torrealba, “la reseña nos cuenta de nuestro tiempo, de nuestro espacio, de nuestras organizaciones, de nosotros mismos” (p. 115). De allí su vigencia y necesidad como género periodístico.

 Referencias

- Castejón, Enrique (1989). Técnicas de la Información. Caracas: Ediciones de la Facultad de Humanides y Educación-UCV.
- Enciclopedia Larousse (1981). Editorial Planeta.
- Dragnic, Olga (1993). La entrevista de personalidad.  Caracas: Fondo Editorial Humanidades y Educación-UCV.
- Dragnic, Olga (1994). Diccionario de comunicación social. Caracas: Editorial Panapo. 
- Herrera, Earle (1986). La magia de la crónica. Caracas: Dirección de Cultura-UCV.
- Martín Vivaldi, Gonzalo (1973). Géneros periodísticos. Madrid: Editorial Paraninfo.
- Real Academia Española (2001). Diccionario de la Lengua Española. 22ª. Edición.
- Torrealba, Mariela (2005). La reseña como género periodístico. Caracas: Editorial Libros de El Nacional/FHE-UCV.


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