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sábado, 2 de agosto de 2014

La encuesta periodística: otra forma del género entrevista



Una definición de Carlos Delgado Dugarte puede servirnos para entrar en el tema de la encuesta periodística:
“Se suele llamar así en periodismo a un rápido sondeo de la opinión de algunas personas sobre un asunto de actualidad. Su propósito sería ofrecer a los lectores un asomo de las tendencias de la opinión pública sobre el asunto en cuestión” (Delgado Dugarte, 1974, p. 26). En esa misma línea se puede recoger la idea de Olga Dragnic, cuando señala que es un “género perteneciente al periodismo informativo que tiene como objetivo reflejar a opinión de un grupo de personas” (Dragnic, 1994, p. 91).
La definición de Delgado Dugarte aporta una noción para comprender el sentido de la encuesta en el periodismo: “un rápido sondeo de la opinión de algunas personas”. De esta manera, podemos establecer una clara diferenciación entre la encuesta periodística como se le ha conocido tradicionalmente en los distintos medios masivos, y la encuesta de rigor estadístico aplicado en las Ciencias Sociales.


Las encuestas periodísticas no tienen la pretensión del rigor matemático y estadístico de las encuestas realizadas para investigaciones científicas específicas o para aquellas que hoy en día se aplican en los ámbitos de los estudios e investigaciones de opinión pública. No obstante, son un intento por reunir en un mismo material informativo, una serie de indicadores de opinión que representan tendencias más o menos generales en una comunidad.
No obstante, autores como Guillermina Baena Paz (1999) plantean que para que la encuesta periodística tenga menor grado de generalidad y cierto grado de confiabilidad en los resultados, debería seguir determinados parámetros de probabilidades. Incluso destaca que “en una encuesta el número de personas entrevistadas no es lo que da mayor confiabilidad, sino la representación de la diversidad de la población” (p. 64).
Como género periodístico informativo, las encuestas son consideradas por estudiosos del periodismo como Enrique Castejón Lara, como “una parte del género entrevista”, con otras formas de la entrevista periodística, como la de opinión, la de personalidad, las realizadas mediante “ruedas de prensa”. Todas están dirigidas a la obtención de información a los fines de ser divulgada en medios.
“La encuesta o entrevista de grupo, como también se le conoce, es utilizada con cierta frecuencia para recoger datos u opiniones entre diversos sectores de la colectividad y en relación a algún problema de la actualidad”, sostiene Castejón Lara en su libro Técnicas de Información (1990). Aunque hoy en día con menos presencia y frecuencia como género utilizado en diversos medios, la encuesta ha tenido un uso relativamente amplio en nuestro país, tanto en medios impresos como en radio, TV y medios digitales.
Vale indicar que este tipo de aproximación periodística a la opinión que determinados grupos o sectores sociales puedan tener frente un hecho de relevancia e interés público, ha sido estudiado y desarrollado teóricamente por docentes de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, como los profesores Carlos Delgado Dugarte (1974); Federico Álvarez (1978); Enrique Castejón Lara (1990, 1992, 2009); Olga Dragnic (1994) y más recientemente el profesor Werther Sandoval, en un Trabajo de Ascenso (inédito) que puede consultarse en la Biblioteca Gustavo Leal de nuestra institución.

Tipos de encuestas periodísticas

Dentro de la encuesta periodística pueden distinguirse dos tipos: la de opinión pública o de calle y la de opinión calificada.
La encuesta periodística de opinión pública responde al interés de consultar la opinión de sectores de la sociedad en relación a un tema de actualidad, pero enfrenta el problema de su posibilidad de obtener datos que sean “representativos” del universo poblacional, debido a la limitación de su muestra, por lo general limitada a  grupos seleccionados sumamente reducidos, debido a las condicionantes de espacio que enfrenta el medio impreso o en los minutos radiales o televisados.
En la encuesta de opinión calificada, como lo destaca Olga Dragnic (1994):  “la muestra viene constituida por un grupo de personas seleccionadas por su preparación, su prominencia o por las funciones que desempeñan, características que otorgan credibilidad y validez a las opiniones sobre el tema tratado” (p. 92).
En la encuesta periodística, independientemente del medio usado, la interpretación debe constituir una herramienta esencial del trabajo periodístico, ya que como bien apunta Federico Álvarez, la encuesta “tiene una fase de interpretación que viene a ser la esencia misma de ese género” (p. 114).
Los datos aislados obtenidos en una encuesta resultarían muy pobres a los efectos de una información periodística. Es la interpretación de esos datos, las relaciones contextuales, las argumentaciones valorativas que pueda ofrecer el periodista, lo que convertirá este material en un texto acabado y de solidez expositiva.
Según Castejón Lara (1992): “el proceso de análisis a través de la encuesta es similar al de la entrevista. El planteamiento interpretativo del periodista es introducido en la entrada o en el primer párrafo del cuerpo, mientras la fase de argumentación es desarrollada a lo largo del texto y al mismo tiempo que se exponen los demás elementos informativos correspondientes al género” (p. 107).

Los riesgos éticos: el periodismo dirigido

En líneas anteriores habíamos tocado lo relativo a las prevenciones y reservas que crea la encuesta periodística en términos de su fiabilidad para expresar tendencias de opinión verdaderamente representativas.
Esta desconfianza viene dada por el escaso rigor estadístico que las soporta; por la escasa representatividad de la selección de “muestras” reducidas (a veces no más de 5 personas consultadas) debido a las determinaciones de espacio de los medios, por las orientaciones no reveladas que se ponen en juego cuando un medio decide “sondear” la opinión del público en relación con un tema en particular y, finalmente,  por la posibilidad de que sean utilizadas para manipular creando tendencias o matrices de opinión favorables o desfavorables a un tema, hecho o problema.
Las encuestas periodísticas pueden servir a los fines de propaganda, proselitismo y manipulación ideológica no explicitadas. Es una forma periodística de fácil utilización para la información dirigida. De allí el riesgo ético que comporta su realización por parte del periodista y del medio, así como el cuidado que debe tener el periodista al utilizar una forma periodística como la encuesta. Es por ello que autores como Castejón subrayan que “la encuesta en periodismo, tiene mayor valor cuando se hace con personajes calificados que representan a amplios sectores del país o colectividades” (2009, p. 49).
En el siguiente enlace compartimos las láminas usadas en nuestra clase sobre este género:



Referencias

- Álvarez, Federico (1978). La información Contemporánea. Caracas: Contexto Editores.
- Baena Paz, Guillermina (1999. El discurso periodístico. Los géneros periodísticos hacia el siguiente milenio. México: Trillas.
- Castejón Lara, Enrique (2009). Periodismo. Recursos para la verdad. Teoría y práctica de la entrevista, la reseña y el reportaje interpretativo. Caracas: Panapo/Linven Editores.
- __________________(1992). La verdad condicionada. Caracas: Editorial Corprensa.
- __________________(1990). Técnicas de Información. Caracas: Fondo Editorial de Humanidades Educación-UCV.
- Delgado Dugarte, Carlos (1974). Periodismo Informativo I. Caracas: Escuela de Comunicación Social, Universidad Central de Venezuela.

- Dragnic, Olga (1994). Diccionario de Comunicación Social. Caracas: Editorial Panapo.

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