A diferencia de otros
textos, el periodístico exige el apego a ciertas normas y preceptivas que, en
general, obligan a una redacción en la cual el norte es la claridad, la
concisión y la sencillez, lo cual en modo alguno está reñido con la búsqueda de
una expresión periodística interesante, fluida y coherente. Por lo general, con
la prisa y el poco espacio con el que se cuenta para la difusión de nuestros
materiales, se tiende a sacrificar o a olvidar estas reglas básicas de la
redacción periodística, lo cual deriva en el uso achatado y pobre del lenguaje
y a la exageración en la utilización de muletillas y lugares comunes, que
hablan más de pereza mental que de prisa.
En nuestra clase
repasamos algunas ideas sobre la organización de la información periodística,
el proceso de redacción, así como el uso de citas, las atribuciones y la
titulación.
En el siguiente
enlace resumimos algunas ideas:
Los comentarios y ejemplos que siguen han sido tomados en su
mayoría del libro de José Luis Benavides Ledesma y Carlos Quintero Herrera: Escribir en prensa. Redacción informativa e interpretativa, así como de distintos
manuales de redacción y estilo de periódicos como El Tiempo de Bogotá y El País
de España. A continuación se abordan algunos de los problemas más comunes de la
redacción periodística y los cuales debemos evitar en lo posible.
Los clichés:
Consecuencia del
descuido y la pereza del redactor, los clichés o frases hechas evidencian una
redacción poco pulida y creativa. Son expresiones relativamente ingeniosas, con
sentido metafórico, cuyo amplio uso en el reporterismo se debe a que resuelven
fácilmente la prisa a la que cotidianamente se enfrenta el redactor.
Entre los clichés más
comunes y que debemos evitar, figuran los siguientes:
-
el beneficio de la
duda
-
con las manos en la
masa
-
acalorada discusión
-
arrancar aplausos
-
se hará escuchar en
el teatro
-
febril actividad
-
dejar salir humo
blanco
-
luchar a brazo
partido
-
dar la pelea
-
el punto álgido del
debate (la discusión...)
-
un golpe de suerte
-
la sangre no llegó al
río
-
escapar
milagrosamente
-
razones de peso
-
ganar terreno
-
condenado al fracaso
Las muletillas:
Otras de las
socorridas formas es el uso de las llamadas muletillas o expresiones comunes.
Se trata de expresiones usadas de manera recurrente y, en ocasiones, hasta sin
tomar en cuenta el contexto en el que se utilizan. Su aplicación mecánica
termina por no añadir al texto. Entre las más usadas tenemos:
-
Así lo expresó
(manifestó, declaró, señaló...)
-
En relación con...
-
Al respecto de...
-
A su vez
-
Como se recordará
-
Por otra parte,
-
Según lo dio a
conocer
Redundancias y vaguedades:
Un problema presente
en una escritura periodística apresurada y sin pulimento se presenta con el uso
reiterado de adjetivos y formas adverbiales que a la larga se convierten en
lugares comunes. Por ejemplo:
-
resultado final
-
amigo personal
-
multitud de personas
-
expertos calificados
-
nuevo descubrimiento
-
hábito personal
También es común
apelar a los adjetivos como una forma de introducir elementos de color y
descripciones que ayuden al lector o receptor a comprender la dimensión o las
características de lo que expresamos. En estos casos, es preciso tener en
cuenta la acertada expresión del poeta chileno Vicente Huidobro, "el adjetivo cuando no da vida, mata".
Es conveniente evitarlos e insistir en el trabajo de buscar una palabra o
expresión más adecuada al contexto de lo que intentamos comunicar (en lugar de
decir: la señora era una anciana, es
preferible señalar su edad: la señora
tenía 75 años; en vez de afirmar: el
alto jugador, indicar: el jugador de
1.89 centímetros de altura). Por lo tanto, evitemos el uso de adjetivos que
poco aportan como:
-
Inmenso
-
Desagradable
-
Brillante
-
Enorme
-
Grande
entre muchos otros.
Decir más con menos:
Cuando escribimos,
por lo general, no nos detenemos a pensar en la economía de la expresión. Hay
ideas que pueden ser expresadas con menos palabras sin que pierdan el sentido.
Decir más con menos, es lo que debemos procurar cuando redactamos. Por ejemplo:
-
Llevaron a cabo una
reunión se puede sustituir por se
reunieron
-
Está desarrollando
actualmente se puede sustituir por
desarrolla
-
Dio su aprobación puede sustituirse por aprobó
-
Tomó en consideración
puede sustituirse por consideró
Verbos débiles y voz pasiva:
Es conveniente evitar
formas verbales débiles, en las que se retrasa la acción por aquellas formas
verbales más directas. En este sentido, vale la pena recordar la estructura
gramatical propia del castellano: sujeto-verbo-complemento. Antes que el uso de
la voz pasiva, es mejor recurrir a la forma activa, de mayor fuerza y más
directa.
En lugar de... Es
preferible...
- La detención tuvo lugar... Lo detuvieron...
-
Dijo que quería
justicia ... Pidió justicia...
-
Ocurrió el
derrumbe... El edificio se
derrumbó...
-
El criminal se fue
corriendo... El criminal huyó...
Voz pasiva Voz
activa
- El hecho fue
denunciado por la víctima La
víctima denunció
- El accidente fue
causado por un bus Un bus
causó el accidente
- Considerado por los
críticos Los
críticos lo consideran
Vigésimo y no 20avo.
Es común encontrar en
algunos textos una incorrección en el uso de los sufijos avo. y ava. para
señalar cifras ordinales. Las terminaciones avo. y ava. fraccionan. Si decimos
vigésimo estamos indicando con el ordinal que algo ocupa el lugar 20, mientras
que si decimos 20avo. estamos señalando la veinteava parte de un todo. Por lo
tanto, no podemos hablar del veinteavo o 20avo. lugar de una competencia ni del
10ava. edición de los premios X, sino del vigésimo lugar y de la décima
edición.
Y por último...
"El lenguaje
periodístico debe ser vigoroso, directo, con palabras llenas de significado y
capaces de evocar imágenes. Este principio queda precisamente plasmado en la
expresión 'Muéstralo, no me lo digas'
(Show, don't tell me, en inglés). Al
lector hay que mostrarle los hechos, no contárselos ni comentárselos [...] El
reportero se limita a mostrar cómo suceden las cosas, cómo se comportan las
personas, de modo que el lector saque sus propias conclusiones. No hacerlo
implica relegar al lector a la pasividad, a no involucrarse con la historia que
le estamos contando y, lo que es peor, despreciar su inteligencia para analizar
los hechos" (Benavides y Quintero, 1995, p. 107)
Referencias
- Benavides, José y Quintero, Carlos (1997). Escribir en prensa.
Redacción informativa e interpretativa. México: Edit. Alhambra.
- Cantavella,
Juan y José Serrano (Coords.) (2004). Redacción
para periodistas: informar e interpretar. Barcelona: Ariel.
- Covarrubias, Jorge (1996). Manual de técnicas de información
periodística. Associated Press.
- Diario El País (1997). Libro de Estilo de El País. España: Ediciones El País.
- Diario El Tiempo de Bogotá (1995). Manual de Redacción. Bogotá: Editorial
Printer Colombiana.
- Diccionario Enciclopédico Vox, Lexis 22. Gramática, lengua, estilo.
Círculo de Lectores, 1980.
- Grijelmo, Alex (1997). El estilo del periodista. Barcelona: Taurus
- Martínez Albertos, José Luis (1972). Curso General de Redacción
Periodística. Edit. Mitre.
- Ronderos, Ma.
Teresa y otros (2002). Cómo hacer periodismo. Bogotá: Edit. Aguilar.
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