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domingo, 29 de septiembre de 2013

Algunas consideraciones sobre la redacción periodística:


A diferencia de otros textos, el periodístico exige el apego a ciertas normas y preceptivas que, en general, obligan a una redacción en la cual el norte es la claridad, la concisión y la sencillez, lo cual en modo alguno está reñido con la búsqueda de una expresión periodística interesante, fluida y coherente. Por lo general, con la prisa y el poco espacio con el que se cuenta para la difusión de nuestros materiales, se tiende a sacrificar o a olvidar estas reglas básicas de la redacción periodística, lo cual deriva en el uso achatado y pobre del lenguaje y a la exageración en la utilización de muletillas y lugares comunes, que hablan más de pereza mental que de prisa.
En nuestra clase repasamos algunas ideas sobre la organización de la información periodística, el proceso de redacción, así como el uso de citas, las atribuciones y la titulación.
En el siguiente enlace resumimos algunas ideas:


Los comentarios  y ejemplos que siguen han sido tomados en su mayoría del libro de José Luis Benavides Ledesma y Carlos Quintero Herrera: Escribir en prensa. Redacción informativa e interpretativa, así como de distintos manuales de redacción y estilo de periódicos como El Tiempo de Bogotá y El País de España. A continuación se abordan algunos de los problemas más comunes de la redacción periodística y los cuales debemos evitar en lo posible.

Los clichés:

Consecuencia del descuido y la pereza del redactor, los clichés o frases hechas evidencian una redacción poco pulida y creativa. Son expresiones relativamente ingeniosas, con sentido metafórico, cuyo amplio uso en el reporterismo se debe a que resuelven fácilmente la prisa a la que cotidianamente se enfrenta el redactor.
Entre los clichés más comunes y que debemos evitar, figuran los siguientes:

-        el beneficio de la duda
-        con las manos en la masa
-        acalorada discusión
-        arrancar aplausos
-        se hará escuchar en el teatro
-        febril actividad
-        dejar salir humo blanco
-        luchar a brazo partido
-        dar la pelea
-        el punto álgido del debate (la discusión...)
-        un golpe de suerte
-        la sangre no llegó al río
-        escapar milagrosamente
-        razones de peso
-        ganar terreno
-        condenado al fracaso

Las muletillas:

Otras de las socorridas formas es el uso de las llamadas muletillas o expresiones comunes. Se trata de expresiones usadas de manera recurrente y, en ocasiones, hasta sin tomar en cuenta el contexto en el que se utilizan. Su aplicación mecánica termina por no añadir al texto. Entre las más usadas tenemos:
-        Así lo expresó (manifestó, declaró, señaló...)
-        En relación con...
-        Al respecto de...
-        A su vez
-        Como se recordará
-        Por otra parte,
-        Según lo dio a conocer

Redundancias y vaguedades:

Un problema presente en una escritura periodística apresurada y sin pulimento se presenta con el uso reiterado de adjetivos y formas adverbiales que a la larga se convierten en lugares comunes. Por ejemplo:
-        resultado final
-        amigo personal
-        multitud de personas
-        expertos calificados
-        nuevo descubrimiento
-        hábito personal

También es común apelar a los adjetivos como una forma de introducir elementos de color y descripciones que ayuden al lector o receptor a comprender la dimensión o las características de lo que expresamos. En estos casos, es preciso tener en cuenta la acertada expresión del poeta chileno Vicente Huidobro, "el adjetivo cuando no da vida, mata". Es conveniente evitarlos e insistir en el trabajo de buscar una palabra o expresión más adecuada al contexto de lo que intentamos comunicar (en lugar de decir: la señora era una anciana, es preferible señalar su edad: la señora tenía 75 años; en vez de afirmar: el alto jugador, indicar: el jugador de 1.89 centímetros de altura). Por lo tanto, evitemos el uso de adjetivos que poco aportan como:
-        Inmenso
-        Desagradable
-        Brillante
-        Enorme
-        Grande
entre muchos otros.

Decir más con menos:

Cuando escribimos, por lo general, no nos detenemos a pensar en la economía de la expresión. Hay ideas que pueden ser expresadas con menos palabras sin que pierdan el sentido. Decir más con menos, es lo que debemos procurar cuando redactamos. Por ejemplo:
-        Llevaron a cabo una reunión se puede sustituir por se reunieron
-        Está desarrollando actualmente se puede sustituir por desarrolla
-        Dio su aprobación puede sustituirse por aprobó
-        Tomó en consideración puede sustituirse por consideró

Verbos débiles y voz pasiva:

Es conveniente evitar formas verbales débiles, en las que se retrasa la acción por aquellas formas verbales más directas. En este sentido, vale la pena recordar la estructura gramatical propia del castellano: sujeto-verbo-complemento. Antes que el uso de la voz pasiva, es mejor recurrir a la forma activa, de mayor fuerza y más directa.
En lugar de...                             Es preferible...
-   La detención tuvo lugar...       Lo detuvieron...
-        Dijo que quería justicia ...       Pidió justicia...
-        Ocurrió el derrumbe...           El edificio se derrumbó...
-        El criminal se fue corriendo... El criminal huyó...

Voz pasiva                                                     Voz activa
- El hecho fue denunciado por la víctima         La víctima denunció
- El accidente fue causado por un bus          Un bus causó el accidente
- Considerado por los críticos                         Los críticos lo consideran

Vigésimo y no 20avo.

Es común encontrar en algunos textos una incorrección en el uso de los sufijos avo. y ava. para señalar cifras ordinales. Las terminaciones avo. y ava. fraccionan. Si decimos vigésimo estamos indicando con el ordinal que algo ocupa el lugar 20, mientras que si decimos 20avo. estamos señalando la veinteava parte de un todo. Por lo tanto, no podemos hablar del veinteavo o 20avo. lugar de una competencia ni del 10ava. edición de los premios X, sino del vigésimo lugar y de la décima edición.

Y por último...

"El lenguaje periodístico debe ser vigoroso, directo, con palabras llenas de significado y capaces de evocar imágenes. Este principio queda precisamente plasmado en la expresión 'Muéstralo, no me lo digas' (Show, don't tell me, en inglés). Al lector hay que mostrarle los hechos, no contárselos ni comentárselos [...] El reportero se limita a mostrar cómo suceden las cosas, cómo se comportan las personas, de modo que el lector saque sus propias conclusiones. No hacerlo implica relegar al lector a la pasividad, a no involucrarse con la historia que le estamos contando y, lo que es peor, despreciar su inteligencia para analizar los hechos" (Benavides y Quintero, 1995, p. 107)

Referencias

- Benavides, José y Quintero, Carlos (1997). Escribir en prensa. Redacción informativa e interpretativa. México: Edit. Alhambra.
- Cantavella, Juan y José Serrano (Coords.) (2004). Redacción para periodistas: informar e interpretar. Barcelona: Ariel.
- Covarrubias, Jorge (1996). Manual de técnicas de información periodística. Associated Press.
- Diario El País (1997). Libro de Estilo de El País. España: Ediciones El País.
- Diario El Tiempo de Bogotá (1995). Manual de Redacción. Bogotá: Editorial Printer Colombiana.
- Diccionario Enciclopédico Vox, Lexis 22. Gramática, lengua, estilo. Círculo de Lectores, 1980.
- Grijelmo, Alex (1997). El estilo del periodista. Barcelona: Taurus
- Martínez Albertos, José Luis (1972). Curso General de Redacción Periodística. Edit. Mitre.
- Ronderos, Ma. Teresa y otros (2002). Cómo hacer periodismo. Bogotá: Edit. Aguilar.


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