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viernes, 3 de mayo de 2013

Las fuentes, la documentación



Aquella idea estereotipada de un personaje con lápiz y libreta o grabador en mano, urgido de encontrar una noticia aunque fuese debajo de las piedras, ha dado paso a una noción más profesional e incluso intelectual del oficio de periodista. 
El reportero tiene varias formas de acceder a la información:
Una de ellas, la principal, es el acceso mediante la observación directa -presencial- del hecho, suceso o acontecimiento (eventos deportivos, culturales, políticos, etc.) o en consulta directa con fuentes de primera mano. Otra vía es la indirecta: por relatos u opiniones ofrecidas por terceros.


"La doctrina de la objetividad” hizo de la observación directa de los hechos una bandera y una meta a perseguir por parte de los periodistas. Dado el sentido positivista de dicha doctrina, se le asignaba a la observación directa el mismo cariz fidedigno de la observación experimental de un científico en su laboratorio. La búsqueda de los hechos obligaba al reportero a estar presente en el acontecimiento e, incluso anticiparse a éste. Esta exigencia constituía una garantía de credibilidad en la observación y de fidelidad de los datos obtenidos. 
Por su parte, José Luis Martínez Albertos hace especial hincapié en la necesidad de acceder a las fuentes cuando indica que el reportero “debe procurar tener siempre que sea posible una referencia lo más directa y personal posible del hecho del que va a escribir (o a difundir) […] una buena información se valora, fundamentalmente, por los datos fidedignos que el reportero es capaz de suministrar al lector. De aquí la necesidad de tener referencias directas de los hechos, de llegar a las mismas fuentes de la noticia” (Martínez Albertos, 1991, p. 295).
Hoy se le pide al periodista una mayor profundización y amplitud de conocimientos en el manejo de la información, por lo que éste debe recurrir a la mayor cantidad y calidad de fuentes posibles a la hora de construir sus informaciones. Además de las fuentes vivas, el periodista cuenta con los numerosos recursos que actualmente proveen los bancos de datos, las bibliotecas y el vasto horizonte de Internet como herramientas útiles e indispensables en el desarrollo de su trabajo.
De acuerdo con la profesora Olga Dragnic, una fuente en periodismo "es toda aquella persona, institución o documento que puede proporcionar una información o dar una opinión que resulten de interés para el trabajo del reportero. El origen de las noticias se indica en los trabajos periodísticos a través de la identificación de las fuentes, lo que otorga a la información la necesaria credibilidad, además de indicar la responsabilidad por la difusión inicial de las noticias o de las opiniones" (Dragnic, 1994, p. 114).
Otra definición de fuente informativa la ofrece Mar de Fontcuberta y es la siguiente:
"Las fuentes de información, pues, son personas, instituciones y organismos de toda índole que facilitan la información que necesitan los medios para suministrar noticias. Esta información es de dos tipos: la que busca el medio a través de sus contactos y la que recibe a partir de la iniciativa de distintos actores interesados" (Fontcuberta, 1993, p. 58).


Clasificación general de las fuentes



Las fuentes informativas son de diverso tipo y su conocimiento y adecuada utilización son una necesidad imperiosa para el periodista en ejercicio profesional. Difícilmente se puede prescindir de su uso y el debido manejo de las mismas, así como el adecuado conocimiento definen la calidad del trabajo periodístico.
Estas fuentes pueden clasificarse en:

  •     Fuentes vivas: son aquellas constituidas por personas, protagonistas o antagonistas del hecho reseñado, cuyas opiniones, puntos de vistas y testimonios constituyen un aporte valioso y de primera mano para la realización de la noticia.
  •      Fuentes documentales: como en las otras áreas de la investigación social, las consultas a las fuentes documentales pueden constituir un recurso valioso para el periodista en la búsqueda e investigación adelantada. Las fuentes documentales son amplias, incluyen bibliotecas (públicas o privadas), archivos, hemerotecas, hasta los bancos de datos de instituciones y organismos públicos y privados y el caudal informativo reunido en Internet.
Como señala Bernardino Cebrián: “Las fuentes documentales se caracterizan por contener abundante información debidamente organizada para su fácil consulta, por la especialización en un tipo de información (estadísticas, fotografías, imágenes en movimiento, legislación, artículos de prensa especializada, cronologías, etc.) en el que son exhaustivas, y por abarcar períodos cronológicos amplios. Estos rasgos las hacen muy útiles para la comprobación de datos, la contextualización de los acontecimientos y el suministro de antecedentes" (En Cantavella y Serrano, 2004, p. 290). 

Olga Dragnic (1994) indica que hay una segunda división de las fuentes: oficiales, que remiten a “un vocero o un documento que informa en nombre de la institución que representa” y privadas, que a su vez informan u opinan a nombre propio. También y de acuerdo al trabajo reporteril, estarían las fuentes fijas, “aquellas que en forma permanente ofrecen informaciones importantes y que, por lo tanto, requieren de una cobertura diaria, y las fuentes ocasionales, que solamente en algunas oportunidades son requeridas por los reporteros” (p.p. 114-115). Aunque no es una regla universal, por lo general también los medios de comunicación mantienen una división de fuentes en función de su organización temática e informativa.
Esta diversidad de fuentes sirve para orientarnos en el camino, pero más allá de ésto es conveniente tener conciencia sobre el uso y los fines que se persiguen en el uso de las fuentes informativas. Bien lo señala Javier Mayoral:
“Porque más importante que optar sin dudarlo entre decenas de clases de fuentes, a  nuestro juicio, es descubrir cómo acostumbran a utilizar esas fuentes los periodistas. O a defenderse de ellas, si aceptamos que la inmensa mayoría de las fuentes de información, en las sociedades modernas, aspiran a influir en los relatos periodísticos a los que pretenden llegar de forma expresa o tácita” (Mayoral, 2005, p. 95)
Y no olvidemos: “el principio fundamental al que el periodista debe consagrar su trabajo y el ejercicio de su profesión se escribe con letras en mayúsculas: NINGUNA NOTICIA DEBE SER CONSIDERADA CIERTA SI NO SE HA CONSEGUIDO VERIFICAR A TRAVÉS DE ALGUNA FUENTE FIDEDIGNA”, como bien advirtió Humberto Martínez-Fresneda (En Cantavella y Serrano, 2004, p. 261).
También, y a propósito de las exigencias de calidad que hoy en día tiene el trabajo del periodista Kovach y Rosenstiel (2003), sostienen que: “En la práctica, la única manera de ponerse al mismo nivel del lector es revelarle nuestras fuentes y métodos en la medida que nos sea posible. ¿Cómo has sabido lo que sabes? ¿Quiénes son tus fuentes? ¿Hasta qué punto conocen los hechos de primera mano? ¿Son imparciales? ¿Existen testimonios contradictorios? ¿Qué no sabemos? Podemos llamarla Regla de Transparencia. Nosotros la consideramos el elemento individual más importante en la elaboración de una disciplina de verificación más concienzuda” (p. 113).
En la relación con sus fuentes, en la manera cómo el periodista aborda esta relación, no sólo radica su fiabilidad y cabal desempeño profesional, sino que también supone una exigencia ética para cumplir con la delicada tarea social que le ha sido encomendada. Verificar los datos; respetar a las fuentes, contrastar las informaciones que éstas aportan; incorporar diversos puntos de vista; no quedarse con una sola perspectiva ni trabajar con fuente única; proteger a sus fuentes; son algunas de las tareas que tiene por delante el periodista en la búsqueda y el procesamiento de la información.
                                                                              
El material de apoyo usado en nuestra clase puede verse en:



Algunas referencias bibliográficas sobre este tema:

  • Cantavella, Juan y José Serrano (Coords.) (2004). Redacción para periodistas: informar e interpretar. Barcelona: Ariel. 
  • Cañizález, Andrés (2008). “Acerca de las fuentes”. Columna: Infocracia. Diario TalCual, Caracas, 16 de abril. p. 23. 
  • Dragnic, Olga (1994). Diccionario de comunicación social. Caracas: Editorial Panapo. 
  • Fontcuberta, Mar (1993). La noticia. Pistas para percibir el mundo. Barcelona: Paidós.
  • Kapuscinski, Ryzard (2003). Los cinco sentidos del periodista. Estar, ver, oír, compartir y pensar. México: Fundación para un nuevo periodismo iberoamericano. 
  • Kovach, Bill y Rosenstiel, Tom (2003). Los elementos del periodismo. Colombia: Ediciones El País. 
  • Martínez Albertos, José L. (1991). Curso General de Redacción Periodística. Madrid: Edit. Paraninfo. Ronderos. Ma. Teresa y otros (2002). Cómo hacer periodismo. Bogotá: Aguilar.
  • Mayoral S., Javier  (2005). Fuentes de información y credibilidad periodística. En Estudios del Mensaje Periodístico, Nº 11, pp. 93-102
    Disponible en:



     También sugerimos revisar la sección Consultorio Ético de Javier Darío Restrepo en la página web de la Fundación para un nuevo periodismo iberoamericano, FNPI:




1 comentario:

  1. EXCELENTE APORTE, ME AYUDÓ DE GRAN MANERA CON LOS CONCEPTOS EN BASE A SUSTENTO BIBLIOGRÁFICO... SALUDOS DESDE BOLIVIA

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